Friday, September 28, 2012

Belona Dea Urbis .VIII


¿no notáis que tiene la forma de un yugo y de un alfange?…
esa espada, decapitó en el extremo Oriente, la libertad del Pueblo Filipino;
esa espada, rompió la Soberanía del Pueblo de Hawaii, y asesinó su Independencia;
esa espada, pesa como un yugo, sobre Cuba, Puerto Rico, Centro América y, Panamá;
esa espada, cortó de un tajo el territorio de Colombia que había jurado defender;
esa espada, está hoy clavada, como la pica de un bárbaro, en el corazón inerme
de la República dominicana…
esa espada, está aún tinta en sangre fresca de un Pueblo libre, que quiso asesinar…
ese Pueblo la rompió…
¿no veis como está mellada y doblada?
fué el Pueblo mexicano quien hizo eso…
¿qué vienen a pedir a Europa, los vencidos de México?
su parte del botín;
la Victoria, es ya segura;
y viene a explotar a la Victoria…
dejadme no admirar esa actitud, a pesar de mi gran amor
por la causa que vienen a defender…
yo, no amo esa ola turbia, que viene a obscurecer el claro río de las victorias
por la Libertad, hasta hoy tan diáfano y tan puro, que en él, se miraban los siglos
y los astros, con delectación;
esta ola que hoy viene a engrosarlo, trae mucho fango de las riberas del Despojo,
y, mucha sangre de hombres y, pueblos libres, asesinados por hordas vencedoras…
yo, miro con espanto, la llegada de esos bárbaros, y, sus segura inevitable victoria;…

 ¿por qué?
porque esa Victoria, será nuestra Derrota, y, la Libertad del Mundo será nuestra
Esclavitud…
hasta ayer, el anonadamiento de Alemania por Europa, era nuestro Ideal, y nuestra
Esperanza de hombres y pueblos libres…
pero, ahora, que nuestros expoliadores, nuestros despojadores, los enemigos de
nuestra raza, se suman a los vencedores de Alemania en Europa…
¿ qué será de nosotras en America?…
seremos los vencidos de estos vencedores…
¡oh!   ¡desolación de todas las desolaciones!…
¿caeremos bajo su carro de conquista?
¿seremos aplastados por él?…
¿para eso hemos estado como Moisés,
de rodillas ante la batalla, con los ojos extáticos de admiración
y la voz llena de imploraciones de Victoria?…
¿para eso?
¿para caer bajo esa Victoria, porque los bárbaros se han apoderado
de ella?…
¿no podemos liberarnos del Inexorable Desastre, y, hacer rodar en
el precipicio, el carro cargado con las victorias y, las esperanzas
de los bárbaros?
Sí;
Si nos acordamos que somos latinos;
Si nos unimos como latinos;
Si formamos con Francia e Italia, un solo grupo de latinos,
adquiriremos con ella, voz y voto el día de la Victoria;
los yankees, no tiene interés en Europa;
no los tienen en Asia;
no los tienen en África;
sólo los tienen en América;
exclusivamente, en América…
y, la América será, la compensación que ellos piden,
por el auxilio, que ahora prestan;
la America latina;
ese será el botín de guerra exigido por ellos;
y, para tomar posesión de ese botín levantan ese ejército formidable,
del cual sólo una parte pasará los mares;

¿la otra?
esa irá contra México, primero…
y, luego…
contra todo aquel que se oponga a sus designios de Conquista;
el « Destino Manifiesto», se abrirá camino con las puntas de la espada;
e, irá más lejos, de lo que los apóstoles de esa doctrina, dijeron en su
Evangelio, que ahora parece cándido a sus voraces herederos;
según aquellos primeros pastores del Despojo, el Destino Manifiesto,
de los Estados Unidos, es poseer la mitad completa de la América,
que ella llama nórdica y, debe ser exclusivamente yankee;
para eso, es necesario, la conquista de México, y, la America Central, hasta el Istmo
de Panamá;
el dominio absoluto del Istmo;
y, por ende;
el dominio absoluto del Atlántico;
codiciado por las potencias de Europa;
y, el dominio absoluto del Pacifico, codiciado por las potencias de Asia…
la visión fantástica de la flota alemana apareciendo sobre el Atlántico,
y de la flota japonesa, apareciendo sobre el Pacífico, es la pesadilla tenaz
de los Estados Unidos;
anonadar a Alemania, para eliminar ese peligro en el Atlántico;
unirse a las potencias vencedoras en Europa, para neutralizar la influencia
del Japón que es su aliado, y retardar, si no eliminar ese peligro en el Pacífico;
levantar un ejército de diez millones de hombres;
enviar la mitad, a combatir a Europa;
reserva la otra mitad para combatir en América...
decidir la Victoria sobre Alemania;
y, obtener la victoria, sobre la America latina;
ser vencedor en Europa…
y, vencedores de América;
mientras la mitad de sus ejércitos combaten en Francia,
lanzan la otra mitad, sobre México, romperlo, aplastarlo, y, barrido
el glorioso obstáculo, invencible hasta hoy, declarar su dominio absoluto
sobre la América, no ecuatorial;

¿después?
arrancar a Colombia el dominio de la corriente del Atrato, que podrían
servir de vía fluvial interoceánica;
añadir a ese despojo, el de las Islas de San Andrés y Providencia;
mediatizar los puertos de Cartagena en el Atlántico, y el de Buenaventura
en el Pacífico…
arrancar al Ecuador las islas de Galápagos, y a Venezuela la de Margarita…
y, ser dueños indiscutibles de todo ese orbe conquistador…
¿qué será entonces de esa efímera y hasta hoy inútil creación del
A. B. C. ?
su política sin grandeza, mezquina y rudimentaria, incapaz de prever
nada y, de evitar nada, habrá fracasado en el vació, no dejando en
pos de sí, sino un naufragio de pueblos, que no pudieron ser salvados
por esos tres fantasmas de naciones;
el Brasil, al separarse, ha roto la estructura, de ese edificio en construcción,
que era el A. B. C. ;
¿qué harán ahora la Argentina y, Chile?
seguirán el ejemplo de la República lusitana, rompiendo sus relaciones
con los Imperios de la Europa Central;
ese movimiento, que habría sido glorioso, en otras circunstancias,
aparecería hoy vil y sin grandeza, porque sería, sumarse a los Estados
Unidos, y, desaparecer en su órbita de acción absorbidos por ellos…
el decoro del Continente y de la Raza, prohibe a los grandes pueblos
de la America Latina, ese gesto de rebaños…
la Neutralidad, frente a la barbarie, es un crimen de lesa Civilización;
pero salir de esa Neutralidad, para entrar en Complicidad con la barbarie,
es hacer traición a la Civilización…
los yankees, son los alemanes de América…
ellos han oprimido y violado las débiles nacionalidades, que gimen bajo
sus armas;
ellos han roto los tratados que debían cumplir;
ellos ocupan por las armas territorios que no son suyos;
unirse a ellos, es unirse a los opresores y a los despojadores de los pueblos
latinos de America;
eso es hacer del coloniaje una doctrina y del vasallaje un dogma;
permanecer indiferentes al conflicto actual, vacilando entre la Civilización
y la Barbarie, no sabiendo de qué lado volver la cara, si hacia las legiones
latinas, o hacia las hordas tudescas, eso sería cobarde y cruel, y, en el fondo,
un gesto de bárbaros, enconados contra la Civilización;

¿cuál la actitud?
intervenir;
sí;
pero, como pueblos conscientes de sus destinos, y representantes de una raza,
mentalmente muy superior, a la raza butalista, que quiere conquistarnos;
nuestros pueblos representan la Civilización latina, en America, y su deber
es defender la causa de la Civilización latina en el mundo;
en esos casos, vacilar, es desertar;
abstención, es traición;
traición a la Raza y, a la Civilización;
sí;
porque nosotros en America, somos más que la representación de una Raza,
la representación de una Cultura : la Cultura latina;
y cuando dije cultura latina, cultura francesa dije;
porque la actual cultura nuestra, es francesa, absolutamente francesa;
mentalmente, todo lo que somos se lo debemos a Francia;…
ella, nos ha dado su pensamiento, su ciencia, su filosofía, su literatura, su arte;
su lengua, ha roto los moldes de la vieja lengua hispana, y, ha creado una
nueva lengua, matizada y flexible, llena de encanto y, novedad;
los que en América, merecen el nombre de escritores, son moldeados
en ese molde de la cultura francesa, de ahí que nuestra literatura, sin perder
su sello aborigen, sea más que un reflejo, un retoño, de la literatura francesa;
y, no podía ser de otra manera;
hablando una lengua, sin influencia ninguna en Europa, y, casi separada de ella,
carecimos hasta hace veinticinco o treinta años de modelos literarios
y artísticos, que no fueran, los que nos mandaba España, arcaicos y,
deplorables, ajenos a todo arte y, a toda literatura universales;
la decadencia de España, se había apoderado de nuestra literatura,
sumándose a las otras decadencias, que ya nos había dado, y la enfermaba,
apenas nacida, con esta vetustez endémica, que parece ser el elemento
constitutivo del alma española;…
espíritus viajeros, almas abiertas a todas las corrientes civilizadoras, libres de los
prejuicios que habrían hecho hasta entonces de los poetas y escritores americanos,
seides de los escritores españoles, en los cuales buscaban plasmas y modelos,
arrojaron la semilla, de nuevos pensamientos, nuevos ideales y nuevas formas,
en ese campo de tradición sistemática, y de religiosidad agresiva y primitiva
que era la literatura de aquellos entonces;
la semilla, fructificó;
la América, aprendió francés, habló francés, leyó francés, y, pensó en francés;
la transformación literaria fué completa;
tuvimos una cultura que hasta entonces, no teníamos;
aprendimos a pensar y aprendimos a escribir;
hasta los poetas cuyo romanticismo místico, los orientaba violentamente hacia
los líricos españoles, volvieron a mirar a ese oriente luminoso de la poesía francesa,
y, violaron el viejo ritmo y quebraron la vieja métrica, para sumarse al movimiento
inicial de ese renacimiento poético;
si espíritus retardatarios y polvorientos, han permanecido estacionarios, vueltos de
espaldas a la luz, polillas adheridas a los viejos manuscritos clásicos, ellos no han
podido ni evitar ni desvirtuar la evolución redentora, que ha llevado los espíritus,
hacía nuevas vías literarias y, hacía nuevas orientaciones filosóficas;
Francia, nos poseyó y nos posee;
no podía ser de otra manera;
la noble y generosa España, que nos había descubierto, no nos había civilizado…
nos había dado la remora de su alma católica, enferma de ese catolicismo agresivo
y estacionario que aun hoy día, la hace aislada y solitaria en medio de las demás
naciones;
nos había dado su lengua de epopeya, fuerte y armoniosa, como una marcha guerrera,
pero una lengua incapaz de continentalizarse, lengua que nadie hablaba en Europa, y,
que por consiguiente nos aislaba como una muralla del resto del mundo civilizado;
era necesario romper esa muralla…
la muralla fué rota;
y, el día que la América habló el francés, la Civilización entro en América…
hubo filósofos donde antes no había sino teólogos…

¿qué filosofía iba a haber en países donde eran texobligados, los manuales agrestes,
y, tan cándidamente retrógrados del Padre Balmes?
con la lengua francesa, llegó a América, la Filosofía francesa, y, en sus diáfanos
cristales, como enormes bloques errantes, los filósofos ingleses y, tudescos,
llenándolo todo con su grandeza formidable;
la América pensó por primera vez, y, el reinado de Santo Tomas de Aquino tuvo fin;
y eso, merced a Francia; a la lengua francesa, a la cultura francesa;
Francia fué nuestra Libertadora; nuestra Emancipación intelectual;
España nos descubrió, Francia nos civilizó;
desde entonces, en América todo hombre culto que merezca ese adjetivo, habla francés,
lee francés, y bebe sus inspiraciones en las fuentes del pensamiento francés;
nuestras Constituciones políticas, basadas están en el espíritu de la Legislación francesa;
nuestra Ciencia es francesa;

 ¿dónde vienen nuestros médicos a estudiar?…
a Francia;
es de allí que llevan el caudal de su cenca, a  America…
nuestra Literatura, es francesa;
la novela psicológica, sociológica, artística y pasional, en la cual ingenios
nuestros han llegado a tanta altura, es francesa en su estructura, y, es a la
influencia de la novelización francesa, que debe su elevación;
todos los poetas de algún nombre, allende el mar, son de cultura francesa,
y es en troqueles de Francia, que modelan sus creaciones admirables;
el pensamiento de América es francés, solo la lengua es española...

¿por qué pues, extrañar que la America culta, sea francófila, si debe su cultura
a Francia?
no creáis en el germanofilismo de uno que otro diario aborigen perdido el los
arenales de la venalidad;
tras de ese mulataje a sueldo, encontrareis siempre, la firma de alguna casa
comercial, o de algún banco alemán, que paga esos entusiasmos;
esa bazofia de mestizos estipendiados, como la de todos los escutidores
germanófilos, tanto más violentos, cuantos más necesitados, no representa
otro pensamiento, que el Pensamiento alemán, traducido en un español estomacal,
a tantos céntimos la línea;
la América Intelectual, la América Pensante, la América literaria y política, es toda
francófila;
pero, he ahí que ante esa América pensante, un problema se ha creado, un problema
cruel, que se alza ante sus ojos, como un gran velo de angustias;
la Intervención de los Estados Unidos, en la guerra actual…
la aparición del filibustero al lado del guerrero, sobre el mismo campo del Honor,
deforma la perspectiva y desconcierta la visión del espectador, que aparece más
que entristecido, abofeteado por los acontecimientos;
esta intervención desplaza los valores morales de la guerra, y, cambia por decirlo
así, el mapa sentimental de ella;
en la América, esa intervención, tiende a desorientar aún a los espíritus más fuertes;
en efecto…
aparecer las naciones latinas de América, « secundando» , el movimiento cartaginés
de la plutocracia de Washington, como si obedeciesen a su orden, y fuesen miserables
colonias suyas, o una de las islas esclavas, que explotan en el mar de las Antillas…
eso sería abyecto…
eso sería vil…
eso sería una abdicación de la Soberanía, un gesto de vasallaje, que haría desaparecer
a esas repúblicas, del sol de los pueblos libres…
así lo han comprendido todos los países, serios y dignos de la América latina…
México, Argentina, Chile, Ecuador, Colombia, El Salvador, Venezuela, rehusaron
con gesto de desprecio, firmar aquella acta colectiva de esclavitud, que se les pedía,
por la Cancillería de Washington, para hacer creer al mundo que la América toda,
obedecía los dictados de la Casa Blanca, y, era allí que se decretaba la paz o la
guerra en el mundo de Colón…
excepción del Brasil, al cual razones excepcionales dictaron una conducta distinta,
todas las repúblicas latinas rehusaron seguir ese gesto interesado del Gobierno
Americano, que aspiraba a enrolarlas como cortes mercenarias, a esta empresa
guerrera, que ha de volverse mañana contra ellas;
y, los Estados Unidos, aparecieron aislados, absolutamente aislados… no habiendo
podido atraer a la esfera de su gravitación, sino el minúsculo bagaje de sus colonias
antillanas, y, las Lilipucias mediatizadas, que obedecen sus dictados…
este aislamiento se ha hecho impresionante, y, ha demostrado al mundo, que hay
más allá del mar, dos Américas, dos razas, dos civilizaciones, que no se funden,
ni están dispuestas a fundirse…
la América latina, no es un satélite de la América sajona;
es su antípoda;
su adversario;
su enemigo natural;
los eufemismos pecaminosos y cobardes de la Diplomacia, pueden haber
enmascarado hasta hoy esa verdad…
pero, no pueden ya ocultarla;
y, no podrán mañana destruirla;
no hay objeto en sostener esa triste Arlequinada…
en America hay dos razas y dos civilizaciones antagónicas, que tienen que
tender a destruirse;
hasta hoy, la raza agresora, ha sido la yankee;
la raza agredida, ha sido la raza latina…
ella ha sufrido la Colonización, la conquista y el Despojo, en Cuba, Puerto Rico,
Centro America y Panamá;
ellas, han sufrido y, han vencido la Invasión, en México…
ellas sufrirán mañana, todos los ataques y, todos los ultrajes, de ese ejercito aventurero,
que hoy se adiestra en Europa, para combatir mañana en América…
es verdad que con la entrada de los Estados Unidos, en escena, la causa aliadófila ha
perdido prestigio en América latina;
es verdad…
pero, es necesario destruir esta nube;
volver a los pueblos el sentido extricto de la realidad;
hacerles comprender, que esta nueva faz de la guerra, nos cría un nuevo y más
premiante deber…
un deber de raza y de cultura;
el deber de salir de la Neutralidad, y unirnos a los pueblos latinos combaten en
Europa, para salvar el tesoro inapreciable de la Civilización latina…
a tiempo que los sajones de América se mezclan al combate, para obtener gajes
el día de la Victoria;
si permanecemos, espectantes y con los brazos cruzados, ante los combates;

¿qué será de nosotros el día del Triunfo?
¿con qué derecho exigiremos nada?
los Estados Unidos que combatieron, ellos lo tendrán todo…
nosotros que vimos combatir y, no combatimos, no tendremos nada y lo
sufriremos todo…
la Victoria no tiene deberes para con nosotros, porque nosotros no ayudamos
a la Victoria;
por pudor no podemos alegar nuestra condición de pueblos latinos, porque

 ¿qué hicimos a favor de la Raza latina, a la hora del combate;
abandonarla miserablemente…
como pueblos de esa raza, desertores a la hora del combate, mereceríamos
ser fusilados por la espalda;
como traidores…
¿cuál pues, nuestro deber?
mezclarnos a la lucha al lado de las naciones latinas, unidas a las naciones
latinas de Europa, a Francia y a Italia, para defender con ellas los intereses
y las tradiciones de la Civilización latina, fundando un solo grupo latino,
de expansión latina desde las aguas del mar Tirreno, hasta las cabeceras
del Plata;
hacernos presentes a la hora de la lucha, para tener voz a la hora de la Victoria…
en el Congreso de la Paz, se decidirán los destinos del Mundo;
¿qué haremos nosotros en el Congreso de la Paz, si no hemos hecho nada en el
momento de la Guerra?
sufrir el Veredicto de la Victoria…
los más tristes vencidos de esta lucha serán los neutrales;
ellos serán los vencidos sin honor…
los rehenes verdaderos de la Victoria…
¿qué será de la América latina si los Estados Unidos, vuelven vencedores,
sin que ella haya tomado parte ninguna en la Contienda?
es necesario apresurarnos a entrar en la lucha, para tener palabra en la hora
de la Paz;
para tener puesto en el Congreso de los vencedores;
no junto a los Estados Unidos, sino frente a los Estados Unidos;
y, defender allí nuestro derecho…
el derecho de la América latina;
en ese Congreso de la Paz, se resolverá la suerte de las pequeñas nacionalidades
de Europa;
es preciso que se resuelva la de las pequeñas nacionalidades de Europa;
si en ese Congreso, se obliga a Alemania, a devolver su soberanía y su libertad,
a Bélgica, Servia y Montenegro, es necesario que ese mismo Congreso, obligue
a los Estados Unidos, a volver su Soberanía absoluta a Cuba, a dar su libertad
a Puerto Rico, para que sea una República Soberana, a retirar su protectorado
de Nicaragua, y sus tropas de Santo Domingo, volviendo su absoluta Soberanía
a esas nacionalidades;
si se obliga a Alemania a desarmar sus pretorianos, obligar a los Estados Unidos
a desarmar los suyos, apenas hayan regresado de Europa;
si Alemania queda desarmada, para que no ataque sus vecinos, es necesario
que los Estados Unidos, lo sean también, para que no ataquen los suyos…
si se obliga a Alemania, a renunciar a sus sueños de « pangermanismo» ;
es necesario, obligar a los Estados Unidos a renunciar a sus sueños de

 « Panamericanismo»
ese debe ser el premio de la Intervención de los pueblos latinos de América…
ese y no otro…
« ahora o nunca»



                                                  
                                                                 FIN










          José María Vargas Vila
                 (1860-1933)









PS:  Aeternum vale.