Monday, September 24, 2012
Belona Dea Urbis .V
la Francia se vió arrastrada a ella por su alianza con Rusia, que luego había
de querer abandonar la tan miserable y tan cobardemente…
las hordas desenfrenadas de los bárbaros, marcharon hacia París…
Bélgica fué arrollada;
y, la Ciudad-Luz, sintió el tropel de los legionarios de las tinieblas, marchando
contra ella;
los caballos de Alarico, piafaban furiosos contra el Sol, creyendo apagarlo
con el vapor de sus narices, y el vagido de sus relinchos;
¿quién defendería la Ciudad Heroica y sagrada, que guardaba en su recinto,
el alma luminosa de la Humanidad?
el corazón del Mundo no tenía coraza para defenderse de la espada de Alarico,
puesta en las manos del epileptoide de Berlín, que puesto en marcha, aspiraba
a amarrar su caballo de batalla en las columnas del Louvre;
la Soberanía del genio, iba a abdicar en las manos de la Fuerza;
la torpe fuerza vencedora que iba a devorar el Mundo;
¡oh ! ¡ dulce Genio Latino!...
¿qué iba a ser de él?…
la espada de Arminius, iba a degollar el último cisne latino sobre las piedras
druídicas…
¿quién lo salvaría?
¿sería necesario exclamar sobre la piedra ensangrentada : « finis latinorum»?…
el infinito mudo, no guardaba un rayo de esperanza…
bajo el cielo hecho rojo y la llanura ensangrentada, no se veía, y, no se oía
sino la oleada de los bárbaros en marcha…
siniestra, como el oleaje, de un mar enfurecido, en la noche…
Lutecia, alma del Mundo, y, corazón de la Humanidad…
¿es qué iba a perecer?…
los cielos estupefactos, parecen recogerse, como para el alumbramiento
de un Milagro…
¿qué dos riberas inesperadas se abren para encauzar y aprisionar el río
desbordado de ondas de acero y cascos con reflejos de oro, que avanza
hacia París?…
¿otra vez arcángeles invisibles, defienden las murallas invulnerables?…
hemos vuelto a la edad de las leyendas, y, por la escala de Jacob, bajan los
ángeles salvadores?
los bárbaros vacilan…
los bárbaros se ofuscan…
los bárbaros retroceden…
¡ eh! soldados de Alarico, ¿ por qué volvéis la espalda a la Conquista?
¿no ibais hacia París?
¿renunciáis al oro de los cofres que ibais a saquear?
¿renunciáis al botín?
¿retrocedéis espoleados por el Miedo?
¿dónde están las gozosas canciones del Rhin, que ibais a entonar en los
bulevares de París?
¿dónde las bellas mujeres, como un trofeo de la Conquista, pensabais rendir
a vuestra audacia?…
¿dónde el champangne que pensabais agotar en las Orgías?
ya no besaréis en Francia otros labios que los labios de la Muerte…
ya no beberéis otro licor que el de la sangre de vuestros hermanos, bebida en
sus cráneos despedazados…
legionarios del Asesinato y del Pillaje, sobre esta tierra ultrajada por vuestros
crímenes, no os queda ya, sino la solución de un triste dilema : Huir o Morir;
...poner alas a tus pies, para escapar a las alas de la Muerte, que os persigue…
marchando de espaldas como lo hacéis, podéis retardar la Derrota, no evitarla…
vuestra águila negra, es ya un cuervo desplumado, que hace en el horizonte,
la marcha de un esputo de sangre contra el cielo;
¿no veis como agita las alas, ya sin plumas y sin fuerzas?
descarnadas y esqueléticas…
y, vuestro César…
¿dónde está vuestro César?
él, os envía a la muerte, pero, no os hace compañía en la marcha;
se conforma con enviaros a Cesarión…
y, regresa a Postdam, seguido de una avalancha de derrotas;
el fracaso le hace compañía…
ya no lleva su mano a la espada, para amenazar el mundo, la lleva sobre su corona,
que un huracán de desastres hace vacilar…
¡guay! de ti, César Vencido…
¡guay! de ti, Atila sin victorias…
guay de ti, el día en que el Veredicto de la Justicia, cargue sobre tu Crimen sometido...
¡guay de ti!…
¿Que todo en la vida, es Símbolo?
entonces…
¿dónde está la Realidad?
la miserable o gloriosa Realidad, que buscamos en la Vida;…
no;
atrás la Utopía;
miremos frente a frente : el Hecho…
salgamos del mundo abstracto de los fantasmas y miremos al Hombre;
¡ qué enorme producto de hechos es el Hombre!…
eliminado Dios de la Historia, no queda en pie sino el Hombre…
suprimida por absurda, toda idea de dinámica celeste, es la dinámica humana
la que actúa, productora de acontecimientos, desconcertantes, es verdad para
la débil visión inmediata de ellos, pero, no carente de la lejana y abstusa lógica
de los siglos…
ferozmente imantados por la Fatalidad, los acontecimientos, que son como
partículas dispersas y móviles de un Cosmos invisible, se producen se juntan y
hacen su aparición inesperada, a la hora inmutable, que en el cuadrante de los
siglos, les estaba marcada desde « ab eternum» ;…
un rey que cae de su trono abatido por la cólera pública, y, una hoja que cae
del árbol, sacudida por la brisa;
un país que desaparece tragado por un volcán, y, una gota de agua que
desaparece absorbida por el calor de la Tierra;
una Civilización que muere y una hoja que se deshoja…
no hacen sino obedecer a leyes ineluctables de la Naturaleza;
a la voluntad, del Supremo Infinito que rige el Mundo…
¿por qué sorprendernos, pobres seres absurdos y triviales, como somos los
humanos de la Victoria Inteligente de los acontecimientos en torno de nosotros?…
floración espontánea de las flores sagradas de lo desconocido, ramajes jóvenes,
recién brotados en la encina milenaria de los siglos, siempre reverdecida y
siempre nueva;
los emblemas se desgarran en el Silencio, y, el Hecho aparece, desnudo e inerme,
como un aguilucho que acaba de romper la cáscara del huevo, pero ya lleno de la
actitud enigmática y amenazante de todo lo que tiene Vida;
¿qué acontecimiento inesperado y grave, despierta estas reflexiones en mi cerebro,
y pone estas palabras en mis labios y esta angustia en mi corazón?
¿qué drama terrible ha podido mezclarse a este drama el más terrible, que han visto
los hombre, y para el cual, todos los horizontes de la Tragedia han sido estrechos?
en la Conciencia angustiada del Universo, ¿ qué nueva angustia, viene a acrecerse
y a gemir?…
todas las potencias sagradas de nuestro pensamiento, se despiertan y se ponen en vela,
ante este abismo abierto ante nosotros, y que no sabemos definir, si es una epopeya,
sumada a otra epopeya, un Triunfo, un Renacimiento, un Esplendor…
hasta ahora, aparece como un drama fulgente;
como el triunfo del Hombre, sobre la Bestia;
de la Libertad, sobre el Despotismo…
sublimes hijos de la Esperanza…
¿sois verdaderos?
seremos cielos de la Consolación…
¿no nos sonreís en vano?
la Suprema Verdad, está tras de vuestros celajes florescientes?
¿qué fuerzas han sido capaces de librar esta batalla contra el Imperio
de las Tinieblas, y, lo ha vencido?…
¿qué Taumaturgo ha resucitado la era de los milagros, en este Mundo sin Fe?…
a esta hora sin Esperanza…
he ahí, el viejo Mundo, pronto a ser sumergido, bajo las olas de sangre que
lo inundan…
los hombres mueren…
los pueblos desaparecen…
los vestigios del pasado, tiemblan sobre los tronos carcomidos…
todos bajo las alas del mismo huracán, que mueve locamente,
las aspas vertiginosas del « Molino de la Muerte» ;
las ideas, parecían haber callado, para que la voz del cañón, fuera más solemne;
se hablaba mucho de Libertad, y, en realidad, no quedaba otra libertad que la
de morir…
el Mundo, parecía, no haber salido de su largo reposo, sino para entrar en el
reposo eterno…
y, he ahí, que de súbito, bajo el pie mismo de los combatientes el suelo se
requebraja, y, una grieta enorme se abre…
y, ese abismo, no se traga a un Ejercito…
no se traga a un Pueblo…
se traga a un Hombre;
al Czar de Rusia…
con el Czar, se hunde el Czarismo…
el Hombre, arrastra al Sistema;
la Autocracia se hunde al paso de sus crímenes,
y, el Autócrata al peso de su corona…
¿qué surgirá de este abismo, ante el cual, el Mundo siente un soplo de vértigo,
que lo llena de una extraña inquietud?
hasta ahora…
un Pueblo bárbaro, inconsciente e ignorante de los que se ha hecho en su nombre,
mal preparado para la Libertad, ofuscado por el brillo de ella, y, amándola sin
comprenderla;
una turbamulta de soldados miedosos de la Muerte, que creyéndose libres de
escapar a ella, se creen desligados de todo compromiso con el Honor, arrojan
lejos sus armas, y abrazan sus enemigos sobre las trincheras mismas, que ayer
los separaban como una cortina de llamas…
un ejército, atacado por síntomas de traición y por la parálisis de la Cobardía;
una turba de esclavos en orgasmo envalentonados por una libertad, que no
habían soñado en obtener, y otros obtuviero para ellos;
campesinos alcohólicos, recién liberados del yugo, y, en nada superiores
por su pasividad, a los bueyes de labor que amaestraban bajo el suyo;
mujiks epilépticos y codiciosos, de la abyecta y desarrapada tribu de
farsantes místicos que dió nacimiento a Rasputín;
¿qué puede hacer la Libertad, con esos elementos, cuyo primer gesto es el de huir
de las batallas, donde se juega el destino de su Patria, que ellos parecen ignorar?
es el carácter y el Crimen de todo despotismo: envilecer al que lo sufre, hasta hacerlo
inhábil para la Libertad;
uno de ellos es Rusia;
esclava, es una vergüenza para la Libertad;
libre es una amenaza para ella, porque su primer movimiento, ha sido el de
abandonarla, es decir el de traicionarla, pactando con los enemigos hereditarios de ella...
la Revolució Rusa, es, por el momento, una flecha abierta en los flancos de la «Entente»;
el Pueblo Ruso, demuestra valer menos que su Amo, porque tiene menos conciencia
del Honor;
el Czar, era un idiota;
verdad;
el Czar, era un anormal abúlico, dominado por su mujer, una alemana absolutista,
fatal, como todas las alemanas que han reinado sobre países extranjeros, los cuales
han sacrificado y sacrifican a los intereses bastardos de sus dinastías;
la emperatriz es una histérica abominable, tocada de locura mística, manejada por
embaucadores religiosos, y cuyo dominio debía ser fatal, a ese pobre enfermo que
era su marido, tan fatal, como fué para Luis XVI, el de María Antonieta, tipo completo
de las reinas alemanas: fantásticas y trágicas, hechas para sembrar la catástrofe, sobre
la tierra que pisan;
retoños enfermizos de esas dinastías caducas, ellas están dotadas de una incapacidad
orgánica para comprender la Libertad, y no saber sino ejercer el despotismo o acon-
sejarlo, poniendo los pueblos que gobiernan, a los pies, o al servicio de Alemania;
por donde quiera que reina o ha reinado una reina alemana, queda al pie del trono,
una argolla de la cadena germana, testigo de sus errores, y, una corte de esclavos
germanófilos comprados por sus mercedes…
Alejandra Terodowna, demente y visionaria, ponía su demencia al servicio de
Alemania, para acrecer hasta el absolutismo, la influencia de los elementos y los
intereses tudescos en la marcha del Estado;
y, así dividió la Rusia en dos;
la Rusia Germana, que la formaban con ella y, al lado de ella, un grupo de alemanes
aventureros, de rusos traidores vendidos a sus favores, de popes visionarios, y viciosos,
a cuya cabeza estuvo largo tiempo, el célebre Rasputín;
en vano la madre y los hermanos del Czar, hacían esfuerzos desesperados por
abrirle los ojos sobre el abismo y, salvarlo de esa influencia funesta que lo llevaba
abiertamente a la catástrofe;
nada pudieron…
y, antes tuvieron que sufrir del rencor de la Emperatriz loca y su círculo de paniaguados;
era en sesiones espiritistas, y, bajo el dictado de los « médiums» alemanes, que se tomaban
las reuniones más trascendentales y, se decretaban las más atroces venganzas;
la Emperatriz madre, fué desterrada a Crimea con sus hijas;
el gran duque Miguel, hermano del Czar, fué desterrado de la corte, bajo la acusación
de irrespetos a la Emperatriz;
el gran duque Nicolás, fué arrestado por haber dirigido al Czar, una carta llena de verdades,
y, fué desterrado luego entre sus ejércitos de Asia, perseguido hasta en medio de ellos,
por el odio de la Emperatriz tudesca;
la gran duquesa Paula, y su hija fueron detenidas, porque en una sesión de espiritismo,
el espíritu de Rasputín pedía venganza contra ellas;
así fué destituído el general Roussky, de la Comandancia general;
así reinaron por Voluntad de la Emperatriz, y, bajo el dictado de Alemania, Sturmer,
Proptopopoff, y su serrallo de traidores;
así desorganizaron el ejército, lo privaron de armas y de municiones y, lo entregaron
desarmado y hambriento a la derrota;
así, por el oro, y, no por el hierro ni por el plomo, obtuvieron los alemanes, aquellas
victorias de que tanto se enorgullecían, y, que nadie se explicaba;
no era el caballo de César, era la mula de Filipo cargada de oro, la que relinchaba
vencedora, en los campamentos moscovitas;
la Alemania compraba sus victorias, no las reñía;
esa traición a la Francia, venía de lejos;
Berlín, no dejó nunca de imperar en los destinos de Petrogrado…
el Emperador; era tal vez sinceramente francófilo, pero la Emperatriz encontró
siempre manera de llevarlo al campamento de los Hohenzollern, haciéndole creer
que la unión moral de las dos dinastías, era la salvación de Rusia;
así lo llevó en 1904, a celebrar aquel oprobioso Tratado de comercio ruso-alemán,
que sólo la mano sobornada de von Plehve, fué capaz de presentar al Czar…
así, en 1906, llevaron este idiota lamentable a Cronstad, para que bajo la influencia
de Guillermo II, resolviese ahogar en sangre la noble revolución de aquellos días;
así, y por consejo del epiléptico de Berlín, lo hicieron demoler las fortalezas,
que estorbaban a Alemania del lado de Polonia y de Lituania…
así, las manos blancas de Alejandra Ferodowna, abrían el camino, a los ejércitos
de Alemania, su « Patria» , que no era, sino su Reino;
declarada la guerra, con gran dolor de la Emperatriz, que asordó el Palacio Imperial
con sus gritos de locura, y, aterró al Czar, con escenas de la más violenta interpretación,
Alemania, halló en el monje Rasputín el elemento apropiado a sus designios;
él, era el dios, el alma y el corazón de la Emperatriz : era el verdadero Czar;
el oro alemán jugó en Petrogrado, como en otras capitales de europeas, el papel
capital de la contienda, y un partido de germanófilos, se formó bajo la denominación,
de « Tchernaï a-Sotnia» , o sea de los Cien Negros;
en las manos de ese partido, el oro de Alemania, tenía la forma de un puñal;
los asesinatos se sucedieron a los asesinatos, y el blanco dedo imperial de Alejandra
Ferodowna, señalaba las víctimas, con un gesto sacerdotal, de iluminada;
el Jefe heroico de los Cadetes, Milioukoff, pronunció entonces en la Duma, su formidable:
« Yo Acuso» ;
y, Sturmer, el Traidor, rodó por tierra…
entonces los jefes de los « Cien Negros» , que eran la guardia de honor de la Emperatriz,
decidieron el asesinato de Milioukoff;
el asesinato fracasó, y, Boutzollo, pagado para llevarlo a cabo, reveló todos los manejos
que el comité de germanófilos, bajo la dirección personal de la Emperatriz, operaba,
para obligar a Rusia, vencida, a una paz por separado;
María Fedorowna, no era una alemana, era la Alemania, y, como todas las reinas
alemanas, no tenía otra divisa en su escudo, sino el grito de guerra de los tudescos :
« Alemania antes que todo» ;
y, cumplía, en el trono esa consigna, entregando maniatada a su Patria, natal, aquella
tierra que la había acogido en su seno y la había hecho su reina…
la Corte vendida, el ejército desmoralizado y hambriento; el oro alemán corriendo
a torrentes, y comprando las victorias, que sus armas no eran capaces de obtener;
el Czar idiota…
la Czarina loca…
los alemanes en marcha victoriosa sobre un territorio, vendido a su petulancia
¿qué quedaba por hacer?
la Revolución…
y ella vino;
majestuosamente…
naturalmente;
triunfalmente…
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